VOCABULARIO ESPECÍFICO UTILIZADO PARA LA DESCRIPCION DEL ACEITE DE OLIVA.
Almendrado: este sabor puede darse en dos aspectos, el típico de la almendra fresca o el propio de la
almendra seca y sana que puede confundirse con un rancio incipiente. Se aprecia como un regusto cuando el aceite permanece en contacto con la lengua y el paladar, se asocia a los aceites dulces y de olor apagado.
Alpechín: sabor característico adquirido por el aceite a causa de una mala decantación y prolongado contacto con las aguas de vegetación.
Amargo: sabor característico del aceite obtenido de aceitunas verdes. Puede ser más o menos
agradable según su intensidad.
Apagado o plano: sabor del aceite de oliva cuyas características organolépticas son muy tenues, debido a la pérdida de sus componentes aromáticos
Áspero: sensación característica de algunos aceites que al ser degustados producen una reacción buco−táctil de astringencia.
Atrojado: sabor característico del a aceite obtenido de aceitunas amontonadas que han sufrido un avanzado grado de fermentación
Avinado−avinagrado: sabor característico de algunos aceites que recuerdan al vino o vinagre. Es debido
fundamentalmente a la formación de ácido acético, acetato de etilo y etanol en cantidades superiores a lo normal en el aroma del aceite de oliva.
Basto: percepción característica de algunos aceites que, al ser degustados, producen una sensación buco−táctil densa y pastosa.
Borras: sabor característico del aceite recuperado de los lados decantados en depósitos y trujales.
Cocido o quemado: sabor característico del aceite originado por un excesivo y/o prolongado calentamiento durante su obtención muy particularmente durante el termo batido de la pasta, si este se realiza en condiciones inadecuadas.
Dulce: sabor agradable del aceite que sin ser precisamente azucarado, no predominan en el los atributos
amargo, astringente y picante.
Frutado: sabor que recuerda el olor y gusto del fruto sano, fresco y recogido en el punto óptimo de su
maduración.
Frutado maduro: Sabor del aceite de oliva obtenido de frutos maduros generalmente de olor apagado y sabor dulce.
Gusano: sabor característico del aceite obtenido de aceitunas fuertemente atacadas por larvas de mosca del olivo.
Heno: Sabor característico de algunos aceites que recuerda a la hierba más o menos desecada.
Hierba: Sabor característico de aceites que recuerda la hierba recién cortada.
Hojas verdes (amargo): Sabor del aceite obtenido de aceitunas excesivamente verdes o que se han molido
mezcladas con hojas y tallos.
Manzana: Sabor del aceite de oliva que recuerda a dicho fruto.
Metálico: Sabor que recuerda los metales. Es característico del aceite que ha permanecido en contacto,
durante tiempo prolongado con alimentos o superficies metálicas en condiciones indebidas, durante los
procesos de molienda, batido, prensado o almacenamiento.
Moho−humedad: Sabor característico del aceite obtenido de frutos en los que han desarrollado abundantes hongos y levaduras a causa de haber permanecido amontonados o con humedad varios días.
Orujo: Sabor característico que recuerda al del orujo de aceituna.
Pepino: Sabor que se produce en el aceite sometido a un envasado hermético y excesivamente prolongado particularmente en hojalata que es atribuido a la formación de 2−6 nonadienal.
Rancio: Sabor característico y común de todos los aceites y rasas que han sufrido un proceso autooxidativo, a causa de su prolongado contacto con el aire. Este sabor es desagradable e irreversible.
Tierra: Sabor característico del aceite obtenido de aceitunas recogidas con tierra, embarradas y no lavadas. Este sabor puede ir unido al de moho−humedad en algunas ocasiones.
Viejo: Sabor característico del aceite cuando permanece demasiado tiempo en recipientes de almacenamiento. También puede darse en aceites envasados durante un periodo prolongado.
Vicente A. González H.
Vicente A. González H.
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